En el marco de los cambios que atraviesa el Gobierno nacional, se confirmó la designación de Alejandro Cacace como nuevo secretario de Desregulación del Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado. El funcionario reemplazará a Martín Rossi, quien presentó su renuncia para volver a su carrera académica.
La medida se formalizó en la madrugada de este jueves mediante el Decreto N° 644/2025, publicado en el Boletín Oficial y firmado por el presidente Javier Milei y el ministro Federico Sturzenegger.
“Desígnase, a partir del 1° de septiembre de 2025, al doctor Alejandro Cacace en el cargo de Secretario de Desregulación del Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado”, señala el artículo 4° del documento.
Hasta ahora, Cacace se desempeñaba como subsecretario de Reformas Estructurales, área desde la cual participó en la revisión de leyes y regulaciones que incrementaban el gasto público. En julio, el dirigente había resaltado que la política de desregulación permitió un ahorro superior a los 2.000 millones de dólares para el Estado.
En una entrevista con Radio Nacional, Cacace defendió la estrategia de recorte:
“Este es el resultado de la motosierra que el presidente Milei anunció: hacer más chico el Estado, recortar y ajustar para eliminar el déficit fiscal y devolverlo a los ciudadanos en menor inflación”.
Por su parte, Sturzenegger explicó que la salida de Rossi respondió a una decisión personal vinculada a su vida académica. “Con los equipos ya funcionando y cumplido su compromiso inicial, Martín me pidió volver a rebalancear su vida nuevamente hacia su carrera académica y retorna a la Universidad de San Andrés”, expresó.
En un mensaje previo en sus redes sociales, el ministro había destacado los logros del ex funcionario, quien pasó de 2.500 a más de 8.000 regulaciones eliminadas en un año. “Fue un extraordinario colega que contribuyó a todas las áreas sometidas a procesos de desregulación”, valoró.
Rossi, en tanto, agradeció la oportunidad y sostuvo que “las regulaciones nacen con buenas intenciones, pero con el tiempo se acumulan, se vuelven obsoletas o se usan para otros fines: proteger privilegios, cerrar mercados o habilitar discrecionalidad”. Y agregó: “Se desregula para tener un Estado con más foco, concentrado en lo esencial y no en trabas inútiles que frenan la innovación y encarecen costos”.